martes, 17 de mayo de 2011

Mentiras descubiertas

Anoche, Galia me pidió que le avisara a la señora con la que vivimos, la Señora Olivia, que no llegaría.
Esta es una situación un poco delicada, primero porque debo poner mi cara, y encima mentirle diciéndole que se quedó estudiando con una compañera (Ja), y poner cara de "creame que estoy diciendo la verdad, jamás miento".
Le avisamos porque la Señora Olivia es una conocida de la familia (mía) y nos arrienda una pieza (habitación) a cada una. En teoría no le debemos ninguna explicación, ya que estamos pagando como cualquier persona (nuestros papás en realidad), y ya somos grandes y cada una sabe lo que hace. Pero la realidad es que estamos en su casa y lo hacemos por respeto.
"Bueno", me dijo la puerta cerrada de su pieza...no me mal interpreten, lo dijo de buena forma.
Subí a mi pieza, con el alma en paz, pensando en que ya había terminado el trabajo sucio (me poner nerviosa mentir).
Mientras estaba acostada la escucho hablar por celular diciendo "alo,alo"  harto rato, pero quién soy yo para juzgarla, que se exprese, le hará bien y me terminé quedando dormida.
En la mañana me fui a despedir, antes de irme a clases, y me dice:
- Galia me llamó anoche sin querer, se escuchaba mucha bulla (ruido). Así que no estaba estudiando cómo me dijiste tú. Dile que se cuide y que yo no quiero tener problemas con sus papás.
- Eh...eso me dijo a mi por teléfono (no supe qué decir en realidad...ideas?)

Y bueno, hoy le conté cuando la vi y estaba más enojada porque se gastó toda la plata (dinero) del celular en esa maldita llamada, reclamando también porque de todas las personas justo se le marcó el número de la Señora Olivia.
Por lo tanto, moraleja: Bloqueen sus celulares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario