La historia quedó en que ahora le tocaría a él sacar otra hora.
Y lo logró!, carita feliz para él.
Más impresionante aún, pudo llegar a la consulta sin perderse y sin mayores problemas. Pagó, pidió su certificado, conversó un rato y se marchó a casa.
Ahora sólo le quedaba entregarlo en la universidad para que le dejen tomar la prueba.
Cuál es el problema entonces? me dirán ustedes, sí ya lo tiene.
Aaah, ingenuos mios que no conocen nada a Pepe, ahora no encuentra el bendito certificado.
Quizás debamos ir a pedir otro mañana, qué vergüenza!
Sólo me resta decir: Esta historia continuará...
Evasión o Vitoria
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Todo empezó en el momento en el que pensé que podía ir a volver a Vitoria
en el día.
En autobús.
Con una maleta tipo mamotreta hasta arriba de libros.
E...
Hace 3 días
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